Los sensores IQG se montan en pocos segundos, se pueden adaptar de manera flexible y controlar fácilmente. El innovador sistema Push-Lock permite un montaje sin herramientas en tan solo un segundo y hace que la sustitución del sensor sea como un juego de niños. Mediante el cabezal giratorio, los sensores IQG se pueden adaptar a un gran número de aplicaciones. Los cuatro LED en ángulo permiten controlar fácilmente el estado del sensor, con independencia de la posición de montaje. Su rango de temperatura ambiente amplio, su elevada resistencia a choques y oscilaciones y su compatibilidad electromagnética hacen posible que los sensores de la gama de productos IQG funcionen de forma continua y con fiabilidad, incluso en entornos muy exigentes con grandes influencias meteorológicas.
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